¿Cómo puedo ser el mejor amigo de tu perro?

08 / 10 / 2014
¡Fortalece tus relaciones! Este es el consejo que dan los etólogos para resolver la mayoría de los problemas. ¿Tu perro no obedece bien? Fortalece tus relaciones. ¿Tiene miedo de algo? También fortalece tus relaciones. E incluso si necesitas enseñarle a tu perro a quedarse tranquilo solo, en este caso también es necesario fortalecer tu relación con él. Después de todo, cuanto más confíe el perro en su dueño y más seguro se sienta con él, menos peligros verá en el mundo que lo rodea y menos miedos tendrá. Entonces, ¿cómo se pueden fortalecer las relaciones? ¿Simplemente pasando más tiempo juntos?
No es tan simple. Te contaremos qué debes hacer ahora mismo para convertirte en el mejor amigo de tu perro.
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No regañes ni castigues al perro. Esto es la base de todas las relaciones. Por supuesto, debemos educar a nuestros perros. Pero no a través del castigo, sino mostrándoles qué comportamiento nos gusta. El castigo, por cierto, no se limita solo a "medidas punitivas" (como darle una palmada, encerrarlo en el baño, etc.), sino también al ignorarlo, gritarle, mostrarle resentimiento de manera evidente. Todas estas acciones solo complicarán tus relaciones. El perro no entiende por qué su dueño se comporta así con él, comienza a preocuparse y... a perder la confianza.
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Sé coherente. Los perros valoran la previsibilidad. Por lo tanto, les resulta muy difícil entender por qué ayer podían estar en el sofá (era fin de semana, todos estaban de buen humor) y hoy de repente los dueños gritan con irritación (todos están yendo al trabajo y están nerviosos). Para el perro, esto es un shock: ¿por qué a veces se puede y a veces no? Trata de establecer reglas de una vez por todas y nunca te desvíes de ellas. Al perro se le permite subirse al sofá o no. Se le permite entrar a la cocina o no. Y así sucesivamente. Hay formas de enseñar al perro específicamente a los criterios según los cuales se le permite o no hacer algo, pero esto ya es un nivel más avanzado de relaciones con el perro, lo hablaremos en otra ocasión.
- Sé una fuente de desarrollo para el perro. No solo una fuente de satisfacción de necesidades básicas. Demuestra al perro que puedes enseñarle algo nuevo, que gracias a ti no solo está alimentado, pasea y vive en un lugar cálido, sino que también puede mejorar, desarrollar sus habilidades. El deseo de desarrollarse no es solo una característica humana. Para estos fines, son ideales las sesiones de entrenamiento con modelado (un método de entrenamiento de perros), juegos de búsqueda, paseos por lugares nuevos. Invita al perro a oler algo que no le sea familiar, muéstrale objetos interesantes desde su punto de vista, como una rana o una madriguera de topos. Enséñale a subir a montones, árboles caídos y objetos similares, a los perros les encanta. Solo asegúrate de vigilar para que no se caiga de allí.
- Aplica el principio de "refuerzo inesperado". Puedes convertirte en una fuente no solo de desarrollo para el perro, sino también de una ENORME alegría repentina. Para hacer esto, poco a poco lleva consigo al paseo el juguete favorito del perro o la golosina que le encanta. Llama al perro y ofrécele este juguete o golosina. La recompensa debe ser tan grande que todo lo demás a su alrededor parezca pálido en comparación. Así, el perro sabrá que cuando lo llamas, puedes ofrecerle algo increíble. No es necesario hacerlo siempre, ya que lo predecible se vuelve aburrido. Pero de vez en cuando está bien.
- Acepta a tu perro tal como es. De repente, desde consejos prácticos hemos pasado a una especie de filosofía, ¿verdad? Pero esto también es un consejo práctico.
Cada perro tiene sus defectos. Algunos perros ladran mucho, otros son miedosos, otros se excitan fácilmente. Hasta cierto punto, todo esto se puede corregir, pero... no siempre completamente.
Mira a tu perro. Es así. Con defectos, por supuesto, pero ¿qu